Concurso Play House – Valencia

HORTArt nace a partir de un concurso propuesto por la Universidad Politécnica de Valencia. Ester Blasco, Amparo Domínguez, Álvaro Marí y Lucas Vidal plantean esta propuesta donde la liberación de los prejuicios en torno al juego y el rechazo de la estandarización fue nuestro punto de partida a la hora de abordar el proyecto de playground para los huertos urbanos de Benimaclet. Tras la visita de los mismos, fuimos conscientes del fuerte carácter funcional que presentaba este espacio, buscando en cada intervención la adaptación al lugar con la única finalidad de cumplir las necesidades del mismo. Este criterio acababa planteando una misma forma de actuación para todos los integrantes, teniendo como resultado un entorno atractivo tanto para el usuario como para el visitante. 

Con estos criterios nos pusimos en marcha, generando una propuesta que, además de continuar con las pautas anteriormente expuestas, permitiese la introducción de nuevos usos vinculados al juego. 

Adaptándonos a la topografía del lugar, se plantean dos zonas claramente diferenciadas articulándose de tal forma que la transición entre una y otra se produzca de forma apacible. Mientras que en la cota superior de la ladera se sitúa el espacio de acogimiento e introversión donde poder cobijarse y quedar fuera del alcance de los ojos paternales, a los pies de la misma encontramos el espacio libre y social donde interactuar con el resto de participantes en las numerosas posibilidades que ofrece el lugar favoreciendo la transformación del mismo mediante las diferentes disposiciones de los pallets en función de las necesidades. Cabe destacar el juego con la disposición de los listones en la zona de cobijo permitiendo mirar sin ser visto.

La búsqueda de esa relación entre dos lugares tan diferenciados se consigue por la solución formal adoptada. Como si de una planta se tratase, el proyecto nace de una semilla como es el lugar de cobijo e introversión desde el que se va creciendo en forma de tallo a lo largo de toda la ladera finalizando en la flor o el fruto cambiante que acaba representando el espacio libre y flexible. Todo ello acaba dotando de una importante unidad conceptual al proyecto, lo cual permite una mejor comprensión del mismo.

Esta idea se ve reforzada por la solución constructiva adoptada permitiendo la realización de la propuesta como una única pieza. Partiendo de una ejecución similar en la configuración de los listones, se consiguen, mediante pequeños giros y espaciados, las respuestas deseadas en cada uno de los lugares generados favoreciendo o dificultando las relaciones visuales con el entorno. Cada uno de los listones vendrá configurado por dos piezas unidas entre ellas cuarenta centímetros a través de tornillos. A su vez, el listón irá empotrado al zuncho de atado generado bajo rasante mediante bloques de hormigón dotando de estabilidad a la solución adoptada.

Con todo ello el resultado acaba siendo una propuesta atractiva y novedosa, integrada en el lugar, estéticamente y conceptualmente, permitiendo su readaptación al mismo en función de las necesidades futuras del mismo.